Este cuento trata de un forastero que quiere abordar un tren que sin embargo no pasa.
Llega un ferrocarrilero y le pregunta: ¿Desea abordar un tren? El forastero le responde: Que si, el ferrocarrilero le ofrece un consejo que busque un hotel y lo rente por 3 meses mínimo el forastero le responde que el necesita abordar ese tren lo más pronto posible para llegar a su destino mañana mismo.
El ferrocarrilero le cuenta la historia del tren. En el tren muchas veces nunca llega a su destino porque las vías del tren esta regadas y no siguen una misma ruta. Cuando las personas abordan el tren tardan semanas, meses y años en llegar a su destino. Otras personas no resisten y se bajan en el lugar que sea y toman la decisión de poblar ese lugar, otras personas mueren en el tren, por ello el tren tiene su propio panteón y son enterrados en el tren o son aventados afuera el tren.
Al terminar esta historia, el ferrocarrilero se asomó a las vías y vio como una luz avanzaba mas y más al ver esto el ferrocarrilero empezó hacer señas ridículas y a señalar con su lámpara, la prendía y la apagaba.
Al ver esto el forastero le pregunto que si era el tren que venía de regreso, el otro señor sonriendo le contesto: Usted tiene suerte mañana llegara a su destino.
Llego el tren y el ferrocarrilero desapareció con la llegada del tren pero quedo aquella luz roja de su linterna marcada en el sol.